sábado, 26 de noviembre de 2011

ALTO DEL CONIO - 26.11.2011



Pues si, teníamos pendiente una subidita al alto del Conio, que nuestro Patxi se perdió la primera vez, por estar convaleciente de su clavícula partida en honorable batalla con la bicicleta alemana del Migué, y como Antonio también andaba detrás de dicha subidita, pos ná, que nos montó en su coche y nos llevó, después de un pedazo de desayuno en Montellano, a la base del Conio para ser convenientemente colonizado. No eran las 10:45 horas cuando Patxi, Antonio y el que narra, salíamos con nuestras mochilas a la espalda y cruzábamos la carretera para sortear la primera de las tres vallas que guardan este pequeño tesoro en forma de torcal en la cima de la montaña. Engañada adecuadamente la primera valla, nos encaramos con la subida del camino del Pastelero, en fuerte zig-zag hacia el puertecito que hay en la cumbre. Esta vez, al contrario que en la primera subida, en lugar de bajar por el camino del cortijo de los Corchadillos y su enorme verja, tomamos la cordada de la montaña y sin perder altura hasta tropezarnos con la valla que sube de dicho cortijo. Creíamos que también íbamos a poder burlar esta segunda valla, pero sí, sí, menos mal que el alambre que usan en su construcción es de altísima calidad y es capaz de aguantar el peso de estos fornidos senderistas, que con una habilidad sin igual, saltan lo que se les ponga por delante, eso sí, si no está el dueño presente claro. Nada, nada, a seguir otro poquito que aún nos esperaba la tercera y altísima valla, la que rodea por completo al Conio, ¿para qué? pues no conseguimos dilucidarlo en todo el día, por mucho que Antonio insistía e insistía en querer buscarle explicación a algo que es irrelevante, porque digo yo, si las vallas están, es para que estos Falsos Llanos las saltemos y hagamos un poco de ejercicio extra, que si no, la excursión sale un poco sosilla…
Bueno, una vez superado este último obstáculo, teníamos por delante una cuestecita, de esas que hacen que se eche espuma por la boca, el desayuno de Montellano y todos los líquidos corporales acumulados durante la semana, gracias al enorme resfriado que he soportado durante la misma. Así pues, después de esta inmejorable terapia, del resfriado ni acordarme, pero sí de la grietecita que nuestro Migué, la otra vez, disfrutó con tantas ganas. Una vez en el torcalillo, precioso, fantástico en formaciones naturales inimaginables y con todo el día para nosotros, pues os podéis imaginar lo contentos que se pusieron estos tres verdaderos falsos llanos, saltando, brincando, pateando, subiendo en todas y cada una de las formaciones, fotografiando todas y cada una de las tonterías que realizábamos en sus cumbrecitas, pisando el Conio con su plataforma derrumbada, mudo testigo de una posible plataforma de observación???... Bueno, comida suculenta y abundante para algunos regada con bebidas estimulantes y cóctel de frutas para otro que aún no se explica cómo podemos conseguir ingerir tanto y luego continuar como si tal cosa el itinerario. Rodeado todo el macizo y llegada la hora de la retirada, pues pabajo de nuevo en busca de nuestras vallas preferidas y llegada al fornido vehículo que habría de traernos de nuevo a casita.

Esta vez, la cosa ha salido como tiene que salir, esto es, camino, vistas y ejercicio a tope e intercambio de impresiones acompañados de varias rubias espumosas en un bareto cualquiera sin que ninguno desistiese de ninguna cosa.

Sin más, me despido de todos vosotros-as, auténticos falsos llanos y seguidores-as de nuestro fantástico blog de falsa montaña llana, hasta la próxima ruta programada a la sierra de Grazalema, donde gozaremos y sufriremos a tope descubriendo los pocos lugares que aún nos quedan en esta hermosísima y dura sierra.

SALUD Y FALSOS LLANOS.

sábado, 12 de noviembre de 2011

AGUAFRÍA-ALMONASTER-AGUAFRÍA-13.11.2011



Impresionante. Impresionante ruta en la sierra de Aracena. Lo siento por los que no habéis podido venir, pero me atrevería a decir que la de ayer ha sido la ruta más completa, por belleza y exigencia, que he hecho en esta sierra y os aseguro que he hecho bastantes.
Pos bueno, no eran las diez menos cuarto de la mañana, cuando cinco afortunados falsos llanos: Concha, Encarna, Patxi, Pablo y el que siempre narra, nos poníamos en marcha, mochila a la espalda, desde la primera de las cinco preciosas aldeitas serranas que hoy íbamos a visitar, esto es: Aguafría, Los Romeros, Canaleja, Almonaster la Real, Calabazares y Molares. Nada más atravesar sus coquetas casitas nos internamos por un sendero maravilloso, que entre enormes alcornoques y un arroyito a nuestra vera nos llevó en un plis plas a Los Romeros. Éste fue convenientemente atravesado y de nuevo en marcha hacia Canalejas. Una simpática lugareña nada más salir de las últimas casas, nos advirtió que el camino estaba cerrado y que aunque alguien de Jabugo había descrito un camino en un libro para llegar a la sierra de San Cristóbal, éste pasaba por una finca particular y no se podía pasar. Bueno, al llegar a un cruce y observar que nos dirigíamos hacia Canalejas se tranquilizó y nos comunicó que por ahí sí podíamos seguir. La buena señora se refería al histórico libro de “Andar por la sierra de Aracena” de la editorial Penthalon, descatalogado y no reimpreso nunca más…pues bien, parte de ese camino de forma triangular, lo andaríamos hoy pero tan solo su base inferior. Canalejas, precioso, coqueto también fue dejado atrás para comenzar a subir a la sierra por una senda magnífica, selvática, disfrutona y exigente a la vez como pocas. Poco antes de llegar a los miradores de la cumbre, los madroños nos obsequiaron con sus exquisitos frutos y comenzamos a ver las primeras “gallipiernas” (macrolepiota procera). Hoy precisamente no llevábamos cesta para recoger tan deliciosos manjares, así que os podéis imaginar el cabreo que cogimos algunos. Una vez en la cumbre de la sierra de San Cristóbal, el Almonaster (913 m), pues el primer bocadillo, algo tarde y pa bajo hacia Almonaster la Real. Allí cervecita en un bareto y bocadillo regado con cervecita y vino. Aún nos quedaba atravesar Calabazares, que estaban de fiesta e invitaban a chocolate con buñuelos y aprovechando unas cajas que habían tirado en la puerta de una tiendecita, entre Patxi y yo nos fabricamos una cesta provisional para llenarla con setitas de la zona. Seguimos subiendo hasta Molares y continuamos subiendo hasta el cruce con la carretera local que tuvimos que atravesar. Hasta aquí ni un ejemplar de lepiotas, pero de pronto, Pablo vio un par de ellas y saltando una pequeña vallita para coger otro par ¡sorpresa! una familia entera de setas, de más de treinta ejemplares, nos estaba esperando para que las transportáramos en nuestra cestita hasta los coches, un par de kilómetros más adelante.

Pues sí, esta ha sido nuestra impresionante ruta de hoy, para que no creáis que en esta sierra no quedan ya sorpresas. Quedan muchas y estos falsos llanos y los que nos quieran acompañar, las vamos a descubrir año tras año.

Hasta la próxima ruta en la sierra de Grazalema, nuestra preferida y en la que nos romperemos nuestras piernecitas, recomendaros que no os perdáis ni una sola de nuestras excursiones porque la convivencia y los lugares que pisamos son inigualables.

SALUD Y FALSOS LLANOS.


martes, 1 de noviembre de 2011

BICI - ISLA MAYOR - PINARES AZNALCÁZAR- 01.11.2011

Hoy ha vuelto a tocar bicicleta. Muy tempranito, nos reuníamos cinco estupendos ciclistas para transportar nuestras máquinas a Isla Mayor: Paco, Miguel, Patxi, Pepe y el que narra (JJ). Desde allí nos fuimos ya montados en las bicis, camino de los pinares de Aznalcázar. Pasamos la Dehesa de Abajo por su parte más alta, donde cayeron las primeras fotos de la jornada. Seguimos luego por sendas y caminos internándonos cada vez más por los inmensos pinares. Después de una revuelta venía otra, después de un tobogán venía otro y después de una trialerita venía otra. Bueno, bueno, rutita ciclista como pocas, muy completa, preciosa, exigente, tanto que tuvimos que acortar el itinerario inicial para llegar cuanto antes de regreso a nuestra Isla Mayor, donde como es natural nos esperaba un arroz con pato que nos quitó el sentío, unos camarones fritos con pimientos asados pa chuparse los deos, unos cangrejos de río a la plancha que hicieron las delicias de nuestro Patxi, un pan de bacalao pa morirse y unas cervecitas y mejor tintillo para regar los susodichos manjares. La verdad es que no sé pa qué salimos, si para ciclar o para comer y beber. Po bueno, po ya sabéis, pa nosotros se queda y el que pueda que nos quite lo bailao.

Hasta entonces y como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.