sábado, 15 de noviembre de 2014

SIERRA DE LA CUEVA - CUEVAS DEL BECERRO - 15.11.2014



No eran las 10:15 horas, cuando de nuevo, el Patxi, el Antonio y el que escribe, mochilas a las espaldas, comenzaban una nueva ruta, que aunque sobre el mapa vaticinaba normalita, en la realidad se convirtió en un pedazo de rutita con cuatro, sí cuatro crestitas la mar de monas.
La salida desde el mismo pueblito de Cuevas del Becerro, una monada oye, nos llevó al nacimiento del río Cuevas, donde han construido una zona recreativa y un paseo a lo largo de las calles del pueblo, verdaderamente delicioso. Nosotros, parriba al primer cerrete donde las ruinas de algún posible emplazamiento medieval??? A continuación, hacia el frente para subir al cerro El Castillejo (936 m) y donde casi nada más empezar, nos encontramos con una hermosa crestita, la mar de afilada y juguetona, que hizo las delicias de estos tres fantásticos Tragos Largos y donde nos fotografiamos a caballo en su piquito, no por fardar, sino porque era tan afilada que el mareíllo lo aconsejaba, por no decir una grosería… Nada, nada, envalentonados, a terminar la crestita, a bajar de la misma y dirigirnos, dando un pequeño rodeo hacia la derecha para poder enfilar desde el principio la segunda cresta, que ya suponíamos al verla desde lejos. Ésta segunda, aunque disfrutona, fue más corta y simple que la anterior, pero no desmereció, así que una vez coronado el Cerro del Castillón (956 m), a bajar por donde pudimos, rodear un precioso olivar, tomar una pista a trechos asfaltada, y tropezarnos con nuestra primera vallita del día. Como mis compañeros, últimamente son algo reacios a subir vallitas, pues que parece que la valla que sube sigue el mismo camino y no hay que saltar, nos metemos por un auténtico barrizal, la noche anterior había estado lloviendo, y al final del trechito, pues a saltar la valla, que no hay más remedio. Así que embarraditas las botas, a seguir por un camino ancho de tierra, llegar a una zona muy despejada, tratar de averiguar una figura bastante curiosa que formaban, vista desde el aire, unos caminos realizados en esta zona, al ver obras de alcantarillado, pensar que habrá sido un intento de urbanización de la ladera de la montaña, hoy abandonado, y seguir por la falda hasta jartarnos y decidir comenzar a subir ya, campo través, hasta dar con la zona rocosa, inicio de nuevo de una tercera crestita, pequeña, facilona, pero crestita.


A estas horas aún no habíamos comido, así que decidir, que ya era hora, que la ruta estaba siendo mucho más lenta, por lo laborioso de las crestitas, acabar el almuerzo y continuar hasta el vértice del pico Colorado (1054 m), también por otra mini crestita. A partir de aquí se abrían ante nosotros varios piquitos monos, que el coleccionista de picos quería subir, claro, así que paciencia, siempre saltando por las rocas y la vegetación, subir al cerrete de Los Tercios, otro poquito y dos de nosotros, ya sabréis quien se quedó, decidir subir por donde pudimos al cerro de Los Frailes, con trepadita y salto de valla incluido, bajar por donde teníamos que haber subido, conectar con el compañero abandonado, seguir palante, volver a subir a La Piedra del Molino, e inmersos en un torcalito precioso, darnos cuenta que se estaba haciendo de noche, que la vuelta era aún bastante larga, que no podíamos entretenernos en investigar el mismo, que pabajo por una hendidura muy ancha, pero dificultosa, seguir ahora sí el track de seguridad, continuar bajando y dando un rodeo por sitios cada vez perores y cada vez más oscuro, subir por una zona más despejada y comenzar a bajar en busca de un camino de personas, ya en plena noche y descansar cuando vimos que el camino además estaba asfaltado. No nos gusta ni el cemento ni el asfalto, pero de noche cerrada, la verdad es que es un alivio, de todas formas para no ver nada y no poder disfrutar, pues mejor la carreterilla y palante ligerito hasta dar con el pueblete donde nos rehidratamos un poquito, antes de llegar al bareto de Montellano, donde acostumbramos a rehidratarnos en serio y reponer todo tipo de sustancias gastadas durante la jornada.

Sin más y como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.

sábado, 8 de noviembre de 2014

SIERRA DE PEÑARRUBIA - TEBA - 08.11.2014



Pues sí, estos Tragos Largos no se conforman nunca con una ruta, no, tienen que hacer siempre dos en una, así que no eran las 10:00 horas, cuando mochilas a las espaldas, después de habernos tomado el mejor y más baratito desayuno de los últimos tiempos en Almargen (mollete con aceite y jamón), comenzamos a subir desde el pueblo de Teba, por donde el IES, campo a través y parribatoduntirón, por medio de rocas y vegetación, hasta llegar a la cumbre de nuestro primer cerrete, el Cerro de la Camorra (739 m), hoy poca altura, pero vistas inigualables.

Desde luego a veces pienso por qué me molesto en llevar tracks de seguridad, porque a la más mínima ocasión, hacemos caso omiso de los mismos y nos ponemos a trochar e investigar por nuestra cuenta, como hoy sin ir más lejos y a meternos a veces en líos que pa nosotros se quedan. Hoy no, hoy no nos hemos metido en ningún lío, todo lo que hemos bicheado, nos ha salido bien, así que emocionados con la primera aventurita por lo alto de la Camorra, pues que vamos a bajar por la derecha que parece que hay paso y enlazamos con el camino del track. Claro, antes de terminar de bajar, que si giramos hacia la izquierda, por la ladera de la mole rocosa y perdiendo poca altura, parece que conectamos pero mucho más abajo y de camino pues como las cabras oye, que nos encanta… Pues nada, también nos salió bien el invento y una vez conectado con el sendero original, día fabuloso de campo, al momento se nos mostraron las impresionantes paredes rocosas del Tajo del Molino, verticales, aéreas, toda una escuela de escalada y a buscar un paso para cruzar el arroyo. Naranjita y a buscarnos la vida entre enormes moles de rocas para realizar la pequeña travesía del cañoncito. Interesante las ruinas de un molino antiguo y una vez superado el angosto paso, desembocar en un nacimiento de aguas subterráneas, limpias y frías y como la noche anterior había llovido, pues a enfangarnos un poquillo para después de cruzar la carretera, tomar la subida a la cueva de las Palomas. La oquedad está cerrada con una buena verja, parece ser que los desaprensivos de siempre, en toh laos los hay, han hecho alguna barbaridad y la han cerrado, al igual que otra más pequeñita que hay un poco más arriba. Imposible entrar y fotografiar. Así que después de pegar la hebra con un grupito de escaladores, que aprovechaban la estructura de bajada a la cueva para hacer prácticas, pues pabajo y dirección a la siguiente grieta, que al igual que ésta última, atraviesa la sierra de norte a sur.
Llegados a la entrada, nos imaginábamos un tajo algo más grandioso y sin embargo nos encontramos con un barranquito la mar de monísimo, estrechito, disfrutón, con pendiente adecuada para hacerlo interesante, con algún pasito delicado pero practicable con algo de agilidad, longitud perfecta para disfrutar y no agotarte para todo el día como otras veces, en fin, una delicia pa estos Tragos Largos, que después de superar el barranquillo, se tomaron un cervezón fresquito y un pedazo de pan con chacina, bueno, algunos se tomaron otra fruta de nuevo y más bebidas de esas dulzona y empalagosas, que no sé cómo no vomitan de tanto líquido asqueroso, donde se ponga una cervecita reserva especial y un trozo de chorizo, pues qué queréis que os diga, la salud es la salud…

Bueno, solo nos quedaba llegar a la punta más extrema de la sierra, por la orilla de un olivar precioso al principio y campo a través después, saltando entre millones de rocas, hasta subir al vértice del Castillón (729 m) y quedársenos la boca abierta ante la majestuosidad del paisaje a nuestros pies.
Los tres pantanos: Guadalteba, Guadalhorce y Conde de Guadalhorce, cual enormes balsas de agua esmeralda reflejando la sierra del Huma y el desfiladero de los Gaitanes, to enteros pa nosotros mientras nos merendábamos nuestras viandas de verdad.
Nunca quiero marcharme de estos sitios donde se concentra tanta belleza, quiero llevármela en la retina para siempre, las fotos luego no merecen ni la cuarta parte de la realidad, me demoro, sigo comiendo, sigo bebiendo, otra foto y otra, otra bocanada de aire gigante para llevarme puesto aunque sea una pequeña parte de tan grandioso espectáculo…


Bien y además, pues a iniciar la retirada, nos quedaban tres horas y media de luz para recorrer de vuelta lo que habíamos hecho en cinco horas, pero claro, entre que ahora había más bajadas que subidas y el ímpetu de que no se te haga de noche, pues rapidito a trochar de nuevo sierra a través, miles y miles de rocas, roquitas y rocotas, saltando por las mismas cuál cabritas locas, nos encanta este arte de corretear por un universo de rocas. Vadear por el norte el barranquito de la mañana, seguir campo recto hasta tropezarnos con el Tajo del Molino de nuevo, asomarnos por su parte alta, medio negociar la subida por un escape de pendiente extrema, bajar al inicio del tajo y después de un refrigerio rápido, decidir arriesgar en dicha subida, inclinar la espalda hacia el suelo, comenzar a subir a ritmo, y como el fondo que tienen las piernecitas de estos tres Tragos Largos, por cierto: el Patxi, el Antonio y el que escribe, es increíble, en menos de un cuarto de hora, la terrible pendiente fue superada, vivos los tres y a cruzar la sierra por todo lo alto hasta dar de nuevo con el camino que nos llevaría al pueblito de salida y a nuestra nave, la que vuela bajito.

Al Patxi había que llevarlo hoy donde el pueblete de su amada, así que se portó, sacó el billete y pagó la excelente convidada a base de lomo de orza y chorizo frito, a la entrada de El Tejar.

Sin más y hasta la próxima:

SALUD Y FALSOS LLANOS.




COMENTARIOS A LA ENTRADA:

Buenos días Falsos llanos, soy Juan A de jerez y me estoy iniciando en esto del senderismo. Aún solo camino con wikiloc. Habéis subido esta ruta, parece muy bonita. Si es así,con qué titulo.
Un saludo y gracias por tu blog.
Juan A Gallardo.


COMENTARIOS A LA ENTRADA:

A ver Juan, últimamente cuelgo pocos track en Wikiloc. El motivo es porque las rutas que hacemos, la mayor parte de las veces son campo través, por medio de mucha vegetación, por encima de miles de rocas, pasando por sitios delicados, por lo alto de cresterías de vértigo, etc. Eso hace que cualquier persona que se baje dicho track y crea que puede hacerlo sin ninguna complicación ni riesgo, pues se está equivocando, ya que puede pasar un mal rato y meterse en problemas, lo cual no es ni su intención ni la mía al colgar el track. Dicho lo cual, me pienso mucho lo del Wikiloc y cuando cuelgo algo, advierto terminantemente del posible peligro o riesgo que corren aquellas personas que se bajen el track.
Por ejemplo la presente ruta la hemos hecho tres amigos muy acostumbrados a realizar barbaridades, tardamos unas ocho horas, mucho campo través, mucha roca, algún pasillo estrecho y resbaladizo en el primer cañoncito y una subida de vuelta muy potente para llegar a lo alto del cañón. Es decir, lo aconsejable sería hacerla en dos días distintos y con muchas ganas de pasar alguna que otra calamidad. Pero si no te dan miedo ni los pasos delicados, ni alguna que otra trepadita por rocas, ni caminar varios kilómetros saltando de piedra en piedra con mucha vegetación, pídeme el track y te lo mando al correo que me indiques.
Muchas gracias por el comentario.
Juan José.

sábado, 1 de noviembre de 2014

POR LA CRESTA DEL PEÑÓN - 01.11.2014




Pues sí, tenía ganas el grupo de primos el visitar por todo lo alto, nunca mejor dicho, la peñita esa que unos habitantes muy desagradables tienen en su poder con la ayuda de los mayores expoliadores del mundo, esos que viven en una isla en el norte y no quieren saber nada de la solidaridad con la Unión Europea…
Así que no eran las 10:45 horas, o más, este grupo la puntualidad no es lo suyo, cuando los primos y primas y amigos y amigas que respondieron al llamamiento de la excursión, cruzábamos la verja de la vergüenza y entrábamos en nuestra peñita cedida de por vida a los que hemos nombrado.

Día nublado y amenazante de fuertes vientos, que sin embargo gracias a la boina de nubes que tuvimos durante toda la jornada encima nuestra, así como la ausencia de viento, nos vino de perlas para no sudar más de lo que nos hicieron sudar las primeras cuestecitas, enormes, empinadas, por escaleras infernales y caminillos asfaltados de extrema pendiente. No habíamos terminado con la primera sudada cuando un control nos exigió el pago de media libra, que con el redondeo vergonzoso que aplican estos habitantes, se convirtió por obra de birlibirloque en un eurito por persona para poder acceder a lo que ellos llaman la reserva natural. Po nada, nada, a pagar y a seguir sudando hasta llegar a uno de los primeros miradores privilegiados que iríamos encontrando durante todo el día. Era la hora del segundo desayuno, del primero ya ni nos acordábamos, así que sacamos nuestras famosas viandas y a comer y beber cervecita, vinito y alguna que otra bebida de esas que tienen mucho gas y azúcares… Y por supuesto, la foto de grupo de rigor, con nuestra banderita española y la especial de Andalucía, aportada expresamente para la ocasión por el primo Juan de Alcalá.

A seguir subiendo que eso es lo que tocaba, realizar un amago de vuelta atrás por un despiste del guía-narrador, verificar que uno de los caminos que teníamos en mente realizar estaba esta vez cerrado con valla y candado y seguir otro poquito hasta llegar donde el telecabina y los famosos monos de Gibraltar (Macaca Syvanus), curiosidad que aún no se ponen de acuerdo si los trajeron los árabes en el Siglo VIII, o los británicos en el XVIII, procedentes de Argelia y Marruecos, de los cuales existe la leyenda de que “cuando los monos desaparezcan de Gibraltar, los británicos también lo harán” por lo que son cuidados con esmero y bien alimentados por parte de los ocupas…
Las vistas aéreas a partir de aquí, son inmejorables, los días claros permiten ver la costa africana y española hasta el infinito, por una vertiente la costa gaditana con la Bahía de Algeciras a nuestros pies, al otro, la costa mediterránea desde Manilva y Estepona hasta Fuengirola y más allá y la sierra de Tejeda como fondo y al frente África, Ceuta y las estribaciones más septentrionales del Atlas marroquí.


Los macacos aquí hacen de las suyas, por lo que no hay que perderles de vista, pues te quitan lo que sobresalga de la mochila y hasta se te suben a la chepa los granujas, por lo que decidimos seguir avanzando por la cordada rocosa hasta otro mirador excepcional. Aquí algunos se negaron a subir y otros acompañados de niños, optaron por volverse bajando en el telecabina, el resto continuamos hasta dar con el comienzo de una de las sorpresas del día, la famosa y muy escondida Escalera del Mediterráneo. Aquí un cartelito, comunicaba en inglés, que estaban realizando trabajos de mantenimiento en la misma, así que optamos por sentarnos tranquilamente y realizar nuestro almuerzo en regla, mientras nos pensábamos qué hacer.

Mientras despachábamos nuestros manjares, cervezas, vinos y demás, bajaba por el caminillo de entrada de la escalerita un simpático guiri, el cual nos despejó la duda de si estaba cortada, pues él acaba de subirla, así que nosotros comenzamos a bajarla, estrecha, vertiginosa, aérea, disfrutona, en fin, a los que nos gustan las emociones una gozada oye. Está siendo bastante conocida ya ésta escalerita, la primera vez que la descubrí, fuimos solos todo el día, tanto por la cordada como por la escalera. Hoy nos tropezamos con varias familias que iban en sentido contrario al nuestro, ellos subían, nosotros más listos bajábamos fresquitos, disfrutando al máximo de un paisaje sin igual, con una mole caliza a un lado y el Mediterráneo infinito al otro.

Bueno, después de acabar con la escalerita y su sendero final, volvimos a entrar en la ciudad por el sur y a partir de aquí, fotito de grupo en el monumento de las columnas de Hércules, cafetito en un baretillo, cruzar toda la ciudad por su centro, seguir por la famosa calle de compras (Main Street), la plaza de Casemates, cruzar las murallas, el aeropuerto y de nuevo la verja de la vergüenza.

Al final se nos hizo de noche, ya sabéis que los finales siempre se alargan y alargan y esta familia tarda una eternidad en las despedidas, así que sin ganas de separarnos aún, quedamos que la siguiente ruta de primos será al Torcal de Antequera, donde nos perderemos por sus angostos pasillos de piedra modelada, por allí por donde nadie se atreve, y volveremos a disfrutar de una jornada como la presente, llena de felicidad, sudor y muy, muy, buena compañía.



Sin más y como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.




COMENTARIOS A LA ENTRADA:

Juanjo, fue una jornada inolvidable y gracias a tus conocimientos, experiencias y habilidades de persuación y comunicación, descubrimos unos rincones y vistas increíbles. Muchas gracias y .....remember........your never wil walk alone.
Pablo.



COMENTARIOS A LA ENTRADA:

Bueno, tas pasao con los elogios, pero una cosa es segura, que seguiremos descubriendo rincones y paisajes increíbles y por supuesto juntos.
Juan José.