domingo, 30 de marzo de 2014

ALFARNATE- PICO VILO - VENTAS ZAFARRAYA - PICO DEL PUERTO - 30.03.2014



No eran hoy las 10:15 horas, cuando mochilas a las espaldas, de nuevo el Patxi, el Antonio y el que escribe (Grupeto Extremo y al Límite), salíamos de Alfarnate para merendarnos la cordada de la sierra de Enmedio, en pleno Arco Calizo Central entre la sierra de Alhama (pisada la semana pasada) y la sierra del Jobo y su espléndido Chamizo.
Fuerte subida inicial por una ancha y aburrida pista para despertar las piernas y llegada bastante pronto a la cresta de la montaña para mostrarnos los majestuosos, impresionantes y temidos Tajos del Sabar, a los que les tenemos preparada su correspondiente y merecida ruta, ojalá este mismo curso.
A partir de aquí, por fin dejamos la odiosa pista para comenzar a pisar roca caliza, siempre por lo más alto de la cordada y teniendo mucho cuidado con los resbalones, ya que al igual que nos pasó estas navidades al Antonio y a mí en Gibalto, las rocas estaban cubiertas de mucho liquen y musgo y muy húmedas debido a la pequeña nevada del Sábado, que me pilló a mí en una magnífica celebración inter primos-as.
Bueno, para nosotros ya, estas rutitas que tan a menudo realizamos, nos la merendamos bien pronto y no me gusta ser pedante, pero es que no paramos, por lo que la experiencia y destreza que estamos consiguiendo, pa nosotros sequea… así que antes de darnos cuenta estábamos en to lo alto de la cordada, bajar una vaguada y al poco en nuestro pico de hoy, el Vilo (1415 m). Vistas impresionantes desde este balcón natural, hacia el sur el Mediterráneo, hacia el Este la sierra Tejeda con la Maroma a la cabeza, hacia el Oeste el Arco Calizo Central y hacia el norte la sierra Gorda o de Loja, el clímax vamos… así que comidita en su cumbre y pabajo a terminar un circular muy guapetón.
Claro, aunque era Domingo y nos reservamos para los mismos rutitas facilitas y cortitas como ésta, no sé que pasa pero siempre las complicamos, así que cuando el Antonio comenzó a pincharme con eso de que no somos capaces de subir a la primera cordada del Tajo del Fraile (uno de los tres que componen los Tajos del Sabar), que pa un día que terminamos pronto mejor nos vamos y nos comemos unos biñuelos en Montellano, que poyaque estamos aquí mejor nos vamos al Boquete de Zafarraya y colonizamos el Pico del Puerto (1225 m), al otro lado del Boquete y que la semana pasada dejamos sin hacer.
Dicho y hecho, imponer un poco ritmo, llegar al coche a las 16:00 horas, comenzar la subida a las 17:00 horas y realizar todo el recorrido en prácticamente 2 horas y con algunos cominitos extras…
No tenemos jartura, somos imposibles, nos tomamos dos cervezas especiales en Ventas de Zafarraya, con sus correspondientes pinchos y no como en Sevilla que no te ponen ni aceitunas, cogimos el coche y volando bajito, nuestro piloto Antonio nos devolvió sanos y salvos a nuestros hogares para descansar y prepararnos para un fuerte día de trabajo en el comienzo de la semana.

Sin más y como siempre:


SALUD Y FALSOS LLANOS.

sábado, 22 de marzo de 2014

CRESTERÍA COMPLETA SIERRA ALHAMA (ZAFARRAYA) - 22.03.2014




Obsesión, tenemos obsesión por las cresterías, así que hoy los miembros del grupo extremo más asiduos, esto es, el Patxi, el Antonio y el que escribe, pues no eran las 9:45 horas, cuando mochilas a las espaldas, comenzaban a subir en fortísima pendiente, la falda de la sierra de Alhama desde el Boquete de Zafarraya. Teníamos en primer lugar la intención de llegar a los dos miradores que existen en el peñón y descubrir y fotografiar un enorme túnel, con dos orificios en su entrada más alta, con mucha pendiente y mucho frío y aire en su interior. Las piernas se nos calentaron del tirón en la primera subida, así que después de colonizar los miradores, localizamos el túnel en cuestión y de cominito una cuevita la mar de mona en la que no descubrimos restos de nada. Existe en la zona una cueva donde se han encontrado restos de Neandertales, fogatas, huesos de hombres y de animales y diversos objetos, pero hoy por desgracia no teníamos tiempo de buscarla pues nuestra meta era la enorme espina dorsal en zig-zag de esta preciosa sierra.
En efecto, delante nuestra se presentaba larga, grande, orgullosa y desafiante para que nuestras respetuosas botas la colonizaran. Observamos desde este privilegiado mirador de la sierra, que la cordada estaba dividida en dos partes bien diferenciadas, la primera a nuestros pies, formada de grandes bloques de piedra con matorral disperso y muy, muy larga. La segunda, después de una enorme bajada, salía cual gran serpiente blanca hasta perderse en el cielo, formada de piedra caliza blanca y bloques más pequeños, pero con una subida inicial, que a lo lejos nos hizo fruncir el ceño.
Bueno, pues a eso íbamos, a comenzar a nuestro aire, por donde el instinto nos fuera indicando y procurando ir siempre por lo más alto de la cordada, a sortear los enormes bloques de piedra, por encima, por debajo o por los lados, a disfrutar buscando paso, que si no hay paso por ahí Antonio veniros que por aquí parece más fiable, que oye, que por qué no me hacéis unas fotitos riscando, que quillo esperarme Juanjo, que no coorras, que ya va siendo hora de una naranjita y dicho y hecho, aprovechando el vértice geodésico de la primera cordada (Hoyo del Toro, 1352 m), pues naranjita tor mundo y que ya llevamos dos horas saltando de piedra en piedra y no hemos hecho ni un tercio del total.


Paciencia, tenemos todo el día para nosotros y esta sierra está resultando de lo más disfrutona, así que palante, alternar roquedos infernales con pasos más fáciles, incluso localizando restos de algún sendero que cruzaban la sierra de norte a sur, nosotros de este a oeste, por el filo, por donde los auténticos Falsos Llanos y a esto llegar a la enorme bajada que nos pondría en contacto con la segunda parte de la ruta. En su parte más baja, enlazamos con otro sendero, recientemente señalizado y un punto alto con un enorme hito, donde entablamos conversación con una pareja de senderistas veteranos que investigaban la zona. No conocían la cresta a la que nos dirigíamos, así que después de una Cruzcampo especial muy fría y unas almendritas, coger de nuevo la cordada y comenzar en fuerte subida por encima de rocas calizas blancas y ásperas, estilo Grazalema, nuestra especialidad y más contentos que un senderista con botas nuevas, venga parribatoduntirón, que lo que al principio nos pareció una cuesta con mucha dificultad y una grieta capaz de darnos problemas, todo lo contrario, pendiente extrema disfrutona, saltitos de roca en roca, grieta ancha para ser escalada y felicidad total para unos treparrocas natos, como los tres que hoy disfrutábamos de la sierra, con algún que otro recuerdo hacia los dos extremos que nunca pueden y se lo pierden tó, el Migué y el Maxi.
De nuevo en la cumbre, de nuevo una espina dorsaliana de roca virgen, de nuevo un hito marcando límites provinciales y un aire cada vez más feo que nos trajo una neblina de pronto, que nos dejó sin ver ni las rocas que teníamos delante y que nos hizo replantearnos la ruta. Nos tiraba y nos helaba el maldito viento helado pero nos negábamos a irnos sin que nuestro coleccionista de picos pisara lo más alto de la cresta (La Torca, 1500 m), así que luchando contra una lluvia fina intermitente, llegamos a nuestro vértice, fotito y decidir arriesgarnos a bajar por la falda sur de la sierra, ignorando la falda norte por donde llevábamos el tracks de seguridad. Mucho riesgo para hora tan tarde, ya habíamos comido por suerte un poco antes del viento y la niebla, pero siendo cerca de las cinco de la tarde, con nubarrones negros enriscados en la cresta, fortísimo viento y con menos de la mitad de la ruta hecha, pues mucho riesgo ahora que en frío uno lo piensa, verdad es que la dorsal ya estaba hecha, tan solo nos quedaba bajar por la falda y enlazar con algún camino de regreso, así que comenzamos la bajada por una enorme vaguada, a bajar y bajar campo a través sorteando rocas y matorral, no ver claro si al final terminaríamos en un barranco puñetero, tranquilizarnos viendo que los laterales de la vaguada podían ser factibles en caso de barranco infranqueable, localizar un senderillo muy marcado que bajaba por donde nosotros y dar finalmente con una senda, ya en la parte baja, que nos conduciría a una vía de tren abandonada que por la mañana habíamos divisado desde la cresta.


A todo esto, se nos hizo de noche contemplando la bella estampa del pantano de la Viñuela, el Mare Nostrum al fondo, los pueblitos iluminados y libres ya de la tormenta que aún se regodeaba en la cumbre. Así que más felices que otra cosa, llegar a nuestro vehículo, ese que vuela bajito, y pa casita que el día había cundido como siempre a tope-tope y como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.

sábado, 8 de marzo de 2014

CIRCULAR POR EL TORCAL DE ANTEQUERA - 08.03.2014




Falsos Llanos tocaban hoy, que la sección extrema y al límite está tomando demasiado protagonismo, así que no eran las 10:15 horas, cuando después de haber salido a las 07:00 horas de Sevilla, nos poníamos las mochilas a las espaldas y Concha, Pepa, Rodrigo, Antonio, Patxi, Maxi y el que escribe, comenzábamos a subir en dirección al Centro de Visitantes del Torcal de Antequera, desde el nuevo aparcamiento situado en la carretera que se dirige a Villanueva de la Concepción. Mañana espléndida, se nos han ido ya las nubes de semanas pasadas, así que sol pleno, aunque hoy, con fuerte viento que nos acompañaría durante toda la jornada.
Varias metas teníamos planteadas hoy en una sierra cuyas formaciones rocosas son un atractivo mundial por su belleza y originalidad, totalmente creadas por la propia naturaleza, así que al poco de unas subiditas nos desviamos del sendero marcado para localizar una grietecita la mar de mona, subirla y fotografiarnos con la primera figura increíble, de posición imposible y que nuestro Patxi, desmelenado totalmente escaló en medio del vacío siendo fotografiado convenientemente por nuestras cámaras.


Vuelta de nuevo al senderillo, localización del Tornillo, emblema del Parque, y llegada al Centro de Visitantes, el cual fue ignorado totalmente, dirigiéndonos al momento a la cornisa donde las huellas de los ammonites, hoy teníamos también por meta ir descubriendo las numerosas huellas que dichos animales del Cretácico han dejado esparcidas por todo el Parque y fotografiarlas para nuestra colección de fósiles digitales. Balcón maravilloso y sin igual, con el mar malagueño al fondo, Sierra Nevada hacia el Este enseñando tímidamente sus cumbres nevadas y las sierras del sur de Cádiz hacia el oeste. Po bueno, po a seguir que quedaba aún mucha faena, así que salir de la cornisa, enlazar con la ruta verde, pasarla y enlazar con la ruta amarilla, ambas en sentido contrario de como están dispuestas, por lo que tuvimos que ceder paso a numerosos grupos que hoy visitaban el entorno y después de haber pasado por debajo del camello y el estrechamiento entre rocas, salir a un llanito con numeroso público y salirnos del itinerario en dirección oeste, primero para evitar a tanto gentío y segundo para internarnos en una zona no pisada por nosotros y bicheada algo en rutas anteriores. Así que por fin solos, localizar un sitio con vistas maravillosas y tomarnos unas naranjitas mientras descubríamos nuestra figura imaginaria en forma de pollo rapaz, el cual mostramos en nuestras imágenes. A partir de aquí y con la crestería del Camorro Alto frente nuestra, por cierto realizada en el primer trimestre, seguir bajando hasta salir del roquedo a unos llanos inmensos conocidos en los mapas como Los Prados. Una valla nos impedía el paso para conectar con el Cordel de Antequera que nos llevaría al Puerto de la Escaleruela, así que la seguimos un trecho hasta dar con una portilla con cadena y candado echado, pero que no tuvimos más remedio que pasar por debajo, sabiendo que entrábamos en propiedad privada y todas sus consecuencias. Tras cruzar la enorme pradera, llegamos al Cordel tras pasar por encima de un par de alambres muy mal colocados. Ya en nuestro camino, ésta quizás la zona más sosa del recorrido, llegar al puerto en cuestión, buscar refugio del fuerte viento tras unas rocas y reponer energías y sales perdidas durante el recorrido.

A partir de aquí, volvíamos a internarnos en una zona nueva para nosotros, sabíamos que existía un sendero a media ladera, sin embargo vimos más cómodos continuar por la vaguada directamente, con el Torcal Alto a nuestra derecha y un grupo que venía recorriendo el sendero que teníamos en mente, pero que desechamos. Zona igualmente preciosa, poco transitada y que después de buscarnos la vida para salir de la misma haciendo varios zig-zag, salimos a un refugio ya abandonado con una inscripción en la propia roca que ponía Juan y algo más bastante ilegible y la fecha de 1977. Igualmente localizar una especie de dolmen en miniatura, suponemos que fabricado por los moradores del refugio para algún menester y decidir que siendo buena hora y estando aún con plenas energías, subir por la ladera en fuerte pendiente hasta el Camorro de Siete Mesas, pasando previamente por otra de las figuras emblemáticas denominada el sombrero con sus huellas fósiles correspondientes, a estas alturas las huellas fotografiadas durante el recorrido eran ya muy numerosas. Claro, una vez en la zona más conocida del parque, nuestro coleccionista de piquitos nos hizo subir al más alto de la zona, bajar hasta el refugio reconstruido de Juan Ramos y sus huellas de ammonites, zona que coincide con la ruta roja y que es conveniente pedir permiso y realizarla con guía para su correcto entendimiento, al igual que hicimos varios de nosotros en su momento.
Ya algunos iban acusando la fatiga del recorrido, así que pabajo a conectar con el sendero de subida de la mañana, bajarlo, ponernos los frontales y llegar a los coches, fatigados pero muy satisfechos de haber agotado plenamente un día tan maravilloso como el de hoy.


Sin más y hasta la próxima y como siempre:


SALUD Y FALSOS LLANOS.