domingo, 26 de diciembre de 2010

OTRO OCHO, AHORA ENTRE GUILLENA Y EL RONQUILLO - 26.12.2010



Bueno, esto de acrecentar las rutas en el número de km que inicialmente se iban a hacer, se está convirtiendo en una costumbre. Esto es, no eran las diez de la mañana cuando Pepe y yo llegábamos a la casa de Miguel y ¡sorpresa! estaba ya preparado. Como siga así de formalito no me voy a poder meter con él en adelante, qué lástima. Por lo que metimos las bicis en su formidable auto y pa la Cantina. Sí, sí, la cantina, no sé que pasa pero basta que alguien diga ¡oye, y si comenzamos desde la ruta del agua, total veinte km de nada y es preciosísima! Frenazo en seco en el mismo cruce y a aparcar a la entrada de dicha ruta, la cual nuestro estupendo ciclista del norte, osease: el Patxi, la conoció a principios de este verano de manos de este que les narra siempre. Pos bueno, bicis al camino y a pedalear que el día mejor no podía estar, sol pleno, aire muy fresco y el campo a reventar de belleza. Claro que estas ocurrencias pasan factura y lo que iba a ser una ruta, la del Portugués, de cuarenta y cinco km, al ser transformada en otra de sesenta y cinco, pues alguien antes de llegar a la Cantina siquiera, se había arrepentido de haber pegado el frenazo y echarnos cuenta. Para colmo de males, el portador del gps no traía pilas en condiciones y al rato de comenzar nos quedamos sin datos para luego comentar y elaborar los estupendos gráficos y mapas que os regalamos desde este maravilloso blog. Cervecita en la cantina, la primera del día y dirección a la Central, donde nos acordamos de nuestro compañero Maxi, desaparecido últimamente, ya que aunque tenga las llaves de la cancela que él sabe, no nos sirve de nada porque nunca viene con nosotros. Un abrazo desde aquí a nuestro formidable y gimnástico Maxi. A estas horas comenzaban ya a pesarnos algunas de las interminables cuestas del recorrido y tras atravesar la autovía por debajo y meternos en el carril paralelo al pantano de la Minilla, las piernas pudieron reposar con algunos minutos de llaneo. Casi nada, pues al final nos estaba esperando con cara de malos amigos, la puñetera cuestecita que había de subirnos al pueblo donde los conejos, es decir, al Ronquillo. Sufrimiento ciclil a tope dejándonos en la susodicha cuesta parte del alma, pero llegada triunfal al pueblo, donde se compraron pilas para el gps y como zombis nos metimos en el garito típico a ponernos ciegos de conejo. Todo acaba siempre y sobre todo las cosas buenas, así que nos quedaba el volver por los lagos del Serrano a la Cantina, subir la zeta de la Cruz de la Mujer y pitando hacia abajo en busca del coche que ya casi no se veía. ¡Hasta con las bicis se nos hace de noche este año!, pero ya sabéis, prefiero acabar tarde, de noche y bien, que temprano, que el día es muy corto y hay que aprovechar hasta el último minuto.
Bien, hasta aquí el relato de la ruta. Os dejo una composición de la misma en el mapa, las fotos las pondré cuando Pepe me envíe por correo las pocas que hicimos con el móvil, pues hasta las cámaras se nos olvidaron ¡qué le vamos a hacer! tenemos mala cabeza pero un corazón y unas piernas formidables que suplen la falta de lo otro.
Feliz entrada de año a todos y todas nuestros-as queridos-as Falsos Llanos y ojalá el nuevo año nos traiga rutas, como mínimo iguales o mejores que la del presente.
Un fuerte abrazo.
Salud y Falsos Llanos.

sábado, 4 de diciembre de 2010

UN OCHO EN GRAZALEMA - 04.12.2010



Pues si, no sé qué tiene la palabra Grazalema en boca de estos Falsos Llanos, que el nutrido grupo de excursionistas presentes en anteriores rutas, se ha visto reducido esta vez a tan solo cinco miembros, cinco escogidos falsos llanos, con ganas de comerse Grazalema de un bocao y de un bocao nos la comimos. Esto es que a las diez de la mañana estábamos ya en el aparcamiento del camping de Grazalema y donde yo, sí, el que les escribe, cometí la enorme confusión de citar allí a nuestro querido don Manué a las 10:30 en lugar de a las 9:30, y peor aún, el olvido garrafal de dejarlo allí cuando llegó, compuesto pero sin novia. Llevábamos una hora de fuerte subida para hacer piernas y estando ya en el primer alto, cuando sonó mi móvil, al ver en la pantalla el nombre de Manuel, se me cayó literalmente el cielo encima. Breves instrucciones para que nuestro sagaz compañero comenzara a subir y rápida bajada casi sin poner los pies en el suelo hasta localizarlo en el primer tercio de la subida. Apretón de manos, disculpas imperdonables y al momento como si nada hubiese pasado, parriba que estos falsos llanos tenemos un corazón y unas piernas que ya quisieran muchos. Corazón de humanidad y buena amistad y piernas robustas para hacernos con la montaña que a eso vamos. Enlazado el grupeto esperante y tiritante de frío y haciendo caso omiso de localizar la cueva con dos puertas, cogimos loma palante y a sudar pa quitarnos la tiritona. Hermosísimas y coloridas setas por doquier, ganado suelto nobilísimo paciendo y nosotros, por una senda a veces y pisando piedra las más, comenzamos a gozar del hermosísimo paisaje que se extendía a nuestros pies y hasta donde alcanzaba la vista. Día nítido como pocos, excelente para fotografía de paisajes por la ausencia de calima y cielo y luz ideales para hacer las delicias de los fotógrafos del grupo. Maxi, lo sentimos, no sólo te has perdido un pedazo de excursión como las que a ti te gustan sino un día fotográfico por excelencia. No te preocupes, ya vendrán más. Pues eso, casi sin darnos cuenta nos pusimos delante de la cara este de nuestro queridísimo Reloj (1535 m), nuestro desafío: subir la escarpada y rocosa falda haciendo un esfuerzo considerable y pisando roca caliza con afiladísimos cuchillares salteados por doquier. La experiencia sin nombre, pa qué estropearla con palabras, comentar que don Manué, animado con una sabrosísima charla con nuestro Pepe, sobre ¡qué iba a ser!: el futbito, pues sube que te sube, que si en lugar de 1500 metros hubieran sido 2500 metros los sube igual, que ni respirar ni nada oye, dale que te dale con su equipo maravilloso y sube que te sube piedra tras piedra. Primera foto en la primera cumbre emblemática (Reloj 1535 m) y al momento pequeña bajada, cresteo y de nuevo fuerte subida por encima de rocas y más rocas hasta pisar el segundo pico emblemático de la jornada, el Simancón (1569 m). Lo mismo, foto, disfrute del paisaje e interpretación de elementos geológicos y pa bajo a buscar un refugio en los Santos Lugares donde comer a resguardo del viento canalla que nos mortificaba en la cumbre. Dicho y hecho, al rato estábamos tan ricamente acomodados en una de las numerosas mini-vaguaditas que salpican este preciosísimo lugar. Lo de siempre, deliciosos bocatas de todo tipo, un arroz con carne del que ya le ha quitado el título de sibarita al Migué, ni más ni menos que don Manué, el cual además de sorprendernos con su buena mesa nos dejó boquiabiertos cuando se quedó en camiseta pal resto del día. Los demás podéis figuraos, forrados de ropa, que nos estábamos quedando pajaritos de puro frío y entumecimiento durante la comida y el Manué en camiseta luciendo figurita y fardando de pedazo de camiseta térmica, de la que tuvo que decirnos la marca, el precio, lugar, día y hora de dicho pedazo de compra. Nada, nada, que estos falsos llanos de aquí en adelante nos vamos a comprar camisetas térmicas por un tubo y a lucir físico en la montaña que todavía estamos en edad de merecer a pesar de las barbas de algunos. Pos nada, después de acabar con las botellitas de vino de rigor, para calentarnos ¡eh!, pues caminito palante que había que subir al tercer pico emblemático del día y que a falta de nombre conocido, pues decidimos bautizarlo como Pico Falso Llano (1453 m). La subida formidable, mi compañero de fatigas senderiles Maxi, lo sabe muy bien pues ya lo subimos en Enero de este mismo año, día en que por poco nos quedamos tiesos de puro frío. Una vez en la cumbre, después de tomar el pedazo de foto que mostramos arriba, pues lo de siempre, ya no soy yo solo el que propone rutitas alternativas en lugar de la segura y conocida, no, no íbamos a bajar por donde mismo, no, Migué propuso que pal lao contrario de la subida, y como ya nos conocéis, como era de esperar, no hubo ni una sola voz sensata y cuerda que dijera lo contrario, no, tira palante que ya bajaremos como podamos, es decir, como más nos gusta a estos falsos llanos, saltando, resbalando, culeando, gozando sin límites del vértigo de una bajada a través de pedruscos enormes, chimeneas al estilo de Gredos y manteniendo los cataplines en su sitio que pa eso somos auténticos falsos llanos. Ya abajo, felicitaciones por doquier, brindis y una euforia de adrenalina que hizo que el resto del camino de regreso, nos pareciera un paseito por el parque, en lugar de una ruta por una sierra tan agreste como nuestra amada Grazalema. La noche nos invadió por completo, como no podía ser menos, este año estamos gastando más pilas que en todos los años que llevamos cargando las linternas desde que las compramos. Y como debe ser, llegada feliz y sin contratiempos a los vehículos que nos traen de regreso a casita.

El Patxi y yo como casi siempre nos quedamos solos a reponer sales minerales en la tasca acostumbrada y pa casa a la ducha hirviente y reponedora de largas jornadas disfrutadas hasta el límite natural del día.

No me canso de repetíroslo, no se os ocurra perderos ninguna de las fantásticas rutas que aún nos quedan este curso, la emoción no ha hecho sino empezar, os esperamos a todos y todas las que nos habéis acompañados hasta el momento y que por el mero hecho de habernos ofrecido vuestra compañía, aunque sea tan solo por una vez, habéis adquirido vuestra noble condición de verdaderos Falsos Llanos.


Salud y Falsos llanos.



sábado, 13 de noviembre de 2010

ITINERARIO POR LA SIERRA DE ARACENA. 13.11.2010



Bueno, la tercera ruta de este curso senderil salió ayer con matrícula de honor. Matrícula a todos los miembros que asistieron, que son los que dan la personalidad y magnífico ambiente a las rutas y matrícula al itinerario recorrido, que tras arduas negociaciones con “Reyes manda”, la noche antes de la salida, hubo de ser modificado a prisa y corriendo, porque aunque Reyes manda y mucho, luego se queda en casa y no viene. Decir que esta vez estaba justificada su ausencia por los tristes acontecimientos vividos por parte del grupo los días previos a la salida.
Pues en éstas estábamos cuando salíamos sobre las 10:45 de Fuenteheridos en dirección al Talenque. Bueno, la romería de buscadores de setas: padres, niños, abuelos y perritos incluidos, nos pasaron cual calle Sierpes en la Sierra de Aracena, gentes por los caminos, por las fincas valladas, setas volteadas, pisadas y un sin fin más de desaguisados tras pasar tamaña muchedumbre por una sierra tan bella como ésta. Pasado el Talenque y tomado el desvío para subir a la sierra que queríamos descubrir, desapareció el gentío y la paz serranil se hizo con nosotros. Fue el momento en que este narrador, canasta micológica en mano y bajo la amenaza de dejarla por esos campos de dios si no se llenaba, cuando los dueños de la misma, mis queridísimos compañeros Lidia y Pablo, con su inmensa sabiduría en estos temas y me consta que también en muchísimos otros, pues comenzaron su ardua tarea de enseñarme qué setas y dónde habían de ser recogidas. Bueno la experiencia de mi primer níscalo (lactarius deliciosus), localizado y recogido in situ, fue de las que no se olvidan. El Migué con su mini canasta y su basta experiencia en setas, pensó que no éramos rivales para él, si, si, no salía de su asombro al ver cómo nuestra gigantesca canasta se iba cubriendo con los sabrosísimos ejemplares que recogíamos aquí y allá. De repente y cerca de lo más alto de la sierra, aparecieron las primeras gallipiernas (macrolepiota procera), enormes, bellas, finísimas en aspecto y aún más en el paladar, de las cuales había para recoger un camión. Por lo que la cesta se llenó en un santiamén y ahora el problema era cargarla durante los veinte kilómetros que nos quedaban de ruta y ahí se vio cuán generosos son los amigos y amigas de verdad, Mónica infatigable porteadora de canastas llenas de setas, Rocío la recién aparecida de nuevo con su gracejo habitual, Encarna de infinitas cualidades, mi inseparable y mejor amigo y compañero de rutas montañeras Patxi, y todos y todas los-as que se hicieron innumerables fotos con esa canasta a rebosar de níscalos y gallipiernas para presumir con quien corresponda. Gracias a todos y todas por haber portado siquiera algunos segundos mi magnífica canasta setera. Pablo voy a tener que comprarte la cesta o tú regalármela, esa canasta está ya inmortalizada en este inmortal blog.
Bien y además, pues nos jartamos de andar, porque estábamos aún bastante lejos de nuestros vehículos, los cuales tenían que llevarnos de regreso a nuestros hogares. Así que sin más dilaciones, después del almuerzo en un lugar idílico y bellísimo, desde el que divisamos todo el norte de la provincia de Huelva y parte de Extremadura, comenzamos la fuerte bajada hasta Valdelarco, y cómo no, estos falsos llanos tenían que poner un puntito extra de esfuerzo, por lo que no nos valía la llegada fácil y rápida a este último y bello pueblo, no, teníamos como siempre que andar rodeando la montaña, buscar la guapísima ermita de Valdelarco, rodear el pueblo de nuevo, enlazar con el tradicional camino de Galaroza a Valdelarco y llegar al pueblo de nuestra queridísima “Reyes manda”, donde algunas componentes del grupo, más sensatas que los demás, prefirieron quedarse a que las recogiésemos. Pues nada, nos quedaban aún seis kilometritos, que según el cartel anunciador de la AMA estimaba en dos horas y que estos falsos llanos, no podían ser menos, realizamos en una sola hora y con la noche a cuestas en su trayecto final.
Ruta completísima por las experiencias vividas, relaciones humanas establecidas, charlas intensas sucedidas y algunos kilómetros de más andados, veintisiete fueron en total, cuando el portador del gps pensaba iban a ser veintidós, ¿por qué será que siempre me equivoco en más y no en menos? Es una duda que mis sufridos compañeros-as no logran dilucidar aún, cualquier día les doy una pista.
La llegada ya sabéis, lo de siempre, buena tertulia recuperando sales minerales a base de malta fermentada con lúpulo y esta vez también con la ingesta de alimentos sólidos. Pedir disculpas a Mónica, pues al no haber hecho el reparto de setas antes de las cervecitas, pues ya se sabe, al final adiós, adiós y de las setas nada de nada.
Felicitar a nuestra entrañable y querida Antoñita que no se quiso perder la ruta y que sufrió igual que todo el mundo sin rechistar, a Joaquín para que no se pierda ninguna de nuestras formidables rutas, a Marisa que hacía qué se yo el tiempo que no nos deleitaba con su presencia, ar Migué que se comportó sin protestar demasiado y al resto de los no nombrados, no por su menor valía, en absoluto, sino por no convertir este blog en una sucesión de saludos cuál programa radiofónico. Así que sea la última vez que saludamos a tanta y tanta buena gente.
La próxima será a nuestra queridísima Grazalema, ya sabéis, rocas y más rocas calizas para pisar durante todo un larguísimo día.
Salud y falsos llanos.

lunes, 1 de noviembre de 2010

CICLANDO POR LA VÍA VERDE DE LA SIERRA - 01.11.2010



Si, no tengo más remedio que felicitar esta vez ar Migué, ha acertado tanto en el día, soleado y muy agradable, como en el sitio donde comer, lo que es del césar ahí queda.
Pues bien, dejando el tema, que no es cuestión de que ar Migué se le suba la autoestima, de la que está sobrao, deciros que a las 9:15 , en lugar de a las 9:00, como habíamos quedado, por culpa del Mig..., pues poníamos rumbo hacia Puerto Serrano, con las bicis dentro de los coches y al llegar a la primera estación reconstruida de la Vía Verde de la Sierra, aparcábamos los mismos. Comentaros que esta vía estaba llamada a convertirse en el Ferrocarril de la Sierra, entre Jerez de la Frontera y Almargen, a principios del siglo XX. Comenzaron las obras bajo el mando del jerezano Primo de Rivera, pero la llegada de la Guerra Civil paralizó este vasto proyecto inicial de 119 km. Acabada la contienda, nunca se llegaron a retomar de nuevo las obras, con lo que abandonado a su suerte lo hecho hasta entonces, camino y túneles, quedaron a merced de las circunstancias. No ha sido hasta hace pocos años, cuando gracias al Programa Vías Verdes y la cooperación de algunos ayuntamientos, diputaciones, Fundación Ferrocarriles Españoles, Junta de Andalucía y Ministerio de Medio Ambiente, se ha comenzado a rehabilitar la vía original desde Puerto Serrano a Olvera, obteniendo los 37 km preparados, una acogida popular extraordinaria, la prueba: los numerosísimos grupos de ciclistas y senderistas con los que nos cruzamos durante el trayecto.
Bueno, como decía, el aparcamiento estaba a rebosar de familias enteras dispuestas a pasar el día ciclando o andando con todos sus miembros y nosotros pues no íbamos a ser menos, nos montamos en nuestras pedazos de máquinas y a rodar. El firme de la pista, magnífico y en suave cuesta arriba, nos ayudó en el calentamiento inicial y casi sin darnos cuenta llegamos a la estación de Coripe, igualmente a rebosar de gente. Hubo quién tan emocianado iba que se pasó la estación y ni nos esperó ni ná pa desayunar (el Pep...). Al poco nos tropezamos con la joya del día: el Peñón de Zaframagón, con su magnífica y poblada colonia de buitres leonados, observados por circuito cerrado de televisión y cuya cumbre estos falsos llanos, tiempo ha que la sufrieron y gozaron a la vez. Decir también que de manera casi continua se van sucediendo numerosos túneles perfectamente conservados y acondicionados hoy día con luz artificial, pero donde a veces hay que encender las linternas cuando las luces están averiadas, dando un puntito de emoción cuando hay charcos y vienen de frente otras bicicletas que no has visto. Bueno la llegada a la estación de Olvera, después de 37 km de ruta se nos quedó corta, pues ya sabéis que estos falsos llanos estamos últimamente en plena forma, que nos salimos vamos. Aquí nos esperaba una comida propia de finos paladares y con nombres rimbombantes que a este cronista sorprendió ya que iba predispuesto a comerse unas migas con chorizo y huevos fritos y he aquí que se tuvo que conformar con unos esparraguitos revueltos con jamón y fuá, cogollos de Navarra con ventresca de atún y aceite virgen, presa ibérica con salsa de setas, nata y finas hierbas, queso fundido con guarnición de verduras frescas, queso viejo y por supuesto todo ello regado con un tinto de Arcos de la Frontera, con 15 grados, del que cayeron tres ejemplares, más el postre y los cafeses y los puros no porque no fumamos, que si no también caen. Claro un festín así no dura una horita que es lo normal, no, duró algo así como dos horas y cuarto, por lo que más contentos que unas pascuas, cogimos las máquinas, o fueron ellas las que nos cogieron, no recuerdo, y como la vuelta era cómoda, fácil y cuesta abajo, pues eso, dejar hacer solas a las bicis, que lo hacían mejor que nosotros y menos mal que no nos hicieron soplar, que si no, nos confiscan las burras, Pues nada, se nos hizo de noche casi antes de llegar a los coches, como era de esperar y caminito pa Sevilla.

Ya en destino lo de siempre, los de siempre se marcharon y los de siempre nos quedamos en la tasca de siempre a beber abundante cerveza para reponer sales minerales perdidas como siempre.

Y como siempre os vuelvo a aconsejar que nos os perdáis ninguna de nuestras rutas, sean andando por la sierra o ciclando por esos caminos de dios, porque la emoción y las sorpresas están garantizadas como siempre.

Como siempre salud y falsos llanos.



COMENTARIOS A LA ENTRADA:

Agradecer a los componentes de los “falsos llanos”, que realizamos el pasado lunes 1/11/10 la travesía de la ribera del Guadalete – que no…. ribera del Duero, tierra de buen vino – el día tan estupendo que pasamos juntos. Mejor no pudo salir, sol otoñal, temperatura suave, ligera brisa serrana, campos verdes, rio con bastante caudal y mucha gente “güena” por el camino. Congratularme, de que además del esfuerzo realizado con la bici, la gozada de los paisajes vistos, el buen yantar zampado; destacar y agradecer la acogida y trato recibido. Por último reseñar la astucia de los dos leñeros que siempre iban escapados, y la anécdota de los dos rezagados, que por poco la “mojan” en el último puente antes de llegar al destino en el crepúsculo del atardecer.

Juan Maqueda.

sábado, 23 de octubre de 2010



Ayer tocó bicicleta y eso hicimos mi compañero y amigo Paco y este cronista. Muy tempranito salí de mi pueblo dirección Sevilla, donde habíamos quedado, comenzando a pedalear hacia Alcalá de Guadaira, dando un gran rodeo antes de llegar a la misma y conocer el fantástico puente del Dragón que cruza el río Guadaira en esta localidad. El camino muy sinuoso y "enrevesado" nos hizo cruzar por debajo de una autovía, atravesar las obras de la Se-40 en plena faena, campos de cultivos abandonados y lo mejor del día: pasar a los pies del castillo de Marchenilla, pequeño castillo de propiedad privada, junto a la carretera que une Alcalá con Morón de la Frontera. Un poco antes, en un mirador natural preparado como área de descanso, dimos cuenta de los famosos, apetecibles y ansiados bocatas de chorizo de mi compañero Paco, lo cual es ya una tradición muy bienvenida. En Alcalá, pues las fotos de rigor en el puente del dragón y regreso a Sevilla por el carril paralelo al Guadaira, que lo único bueno que tiene es que te lleva a Sevilla en un abrir y cerrar de ojos. Aquí nos separamos ambos compañeros y cada uno pa su olivo, la cervecita la perdonamos en aras de compromisos familiares que siempre hay que cuidar. Así pues, teniendo aún tiempo de sobra para llegar el que escribe a su casita, pues no es cuestión de presentarse excesivamente pronto que luego se acostumbran, me dio por ir a ver la recientísima restauración de la Plaza de España, que estaba que había que pedir permiso para andar por ella tú. La cola para coger una barquita, recordaba a nuestra querida Expo ´92. Desde luego va a ser verdad eso que dicen que a los sevillanos donde esté una cola, que se quite lo demás. Bueno pues pitando de allí, que no se podía ni respirar, hacia el nuevo emplazamiento donde se ubicará nuestra queridísima feria de Sevilla, es decir, al de siempre conocido como Dársena o Charco de la Pava pa los que nos hemos criao en Triana. Es una maravilla oye, el carril bici es lo primero que han hecho, rodeando todo lo que va a ser el Real y además en alto, dominando la situación, la verdad es que está muy cerca el momento en que los ciclistas vamos a tomar el poder. El coche pa fuera de la ciudad. Solo me quedaba ya cruzar el río por el puente de hierro y subir la cuestecita hasta casa.
Todo lo narrado hasta aquí es lo que ha dado de sí la larguísima mañana de este cuarto Sábado del mes de Octubre y que lo mejor que tiene es que todavía queda otro, cinco tú, cinco Sábados trae este mes y yo me apunto a que todos sean iguales.
Salud y Falsos Llanos.

sábado, 16 de octubre de 2010

CIRCULAR POR LA SIERRA DE LÍJAR - 16.10.2010



Pues sí, ayer realizamos la segunda ruta de este curso con la agradable sorpresa de ver incrementado el número de estos falsos llanos en diecinueve miembros. Todo un récord, un grupo algo numeroso para salir a la sierra, pero con muy buen nivel tanto físico como sobre todo humano. Así pues, como era de esperar, todo salió a pedir de boca y con estas que a las once de la mañana partíamos, mochila a la espalda y en fuerte y continua subida a la sierra de Líjar. El precioso sendero de montaña por el que el nutrido y colorido grupo se desenvolvía nos llevó a un hermoso balcón natural, donde dimos cuenta de nuestro primer desayuno, teniendo a nuestros pies la hermosa geografía andaluza con las típicas interpretaciones de unos y de otros sobre el nombre de tal o cual sierra o pueblo. Nada más terminar con el primero de nuestros festines, parriba otro poquito que ya quedaba casi nada. En efecto una vez alcanzada la altura deseada por el portador del gps, comenzamos un agradable paseo por la falda de la montaña, a través de un bosque en plena recuperación de su último incendio y donde los madroños, encinas, algarrobos, enebros y demás matorrales nobles emergían con inusual fuerza vital. El sol, a pesar de la agradable temperatura de la mañana, comenzó a sentirse más de la cuenta y entre un madroñito aquí, una fotito allí y una charlita y alguna quejita del de siempre (er mig….) pues casi sin darnos cuenta llegamos al punto más alto de la jornada donde dimos cuenta del segundo festín del día. Bueno a decir verdad, sin darnos cuenta literalmente tampoco oye, que alguno se estaba acordando a estas alturas de lo bonito que era el paisaje pero de lo bien que se está un Sábado sin hacer nada de nada en casita tú. Pues bien, nuestra Junta, a petición de estos falsos llanos, nos tenía preparada en dicha cumbre una estupenda mesa de piedra con techado incluido, para que estuviésemos como reyes y princesas. Ya sabéis, cómodamente sentados unos y tirados por las rocas otros, los manjares salieron de las mochilas como por arte de magia, como la estupenda ensalada de brócolis y pasta de don Manué, las botellas de vino, las cervezas, los salmones ahumados del sibarita del grupo, los chorizos de pueblo, los bocatas de tortillas, los chocolates y frutos secos, los licores, bueno, bueno, lo de siempre ¿sudamos más de lo que comemos o al revés? Po bueno, po pa eso vamos ¿no?
Acabado el festín, alguno-a se ilusionó con una vuelta rápida por la meseta central que forma la cumbre de esta extensa sierra, pero claro, parece mentira que algunos-as aún tengan dudas que si hay que elegir entre un retorno fácil y cómodo y otro largo, incómodo pero fantástico, estos falsos llanos a por lo segundo sin dudar, estáis avisados de sobra, así que no os hagáis ilusiones los que os atrevéis a salir con nosotros, el día hay que aprovecharlo a tope, que luego la semana es muy larga hasta que vuelve a llegar el próximo Sábado. De esta manera, el retorno dando un rodeo completo a Líjar se ganó la admiración de todo el grupo, la pista de subida que utilizan los parapentistas, adornada de magníficos quejigos, nos bajó casi volando hasta el inicio de la nueva senda que nos llevaría de de vuelta a la fuente de los Nacimientos. Esta senda sí que nos impresionó por la exuberante selva mediterránea que tapiza la ladera de esta parte de Líjar, todo un sendero de fantasía que nos hizo olvidar el cansancio de las ocho horas que llevábamos andando. En efecto, eran las siete de la tarde cuando localizábamos de nuevo los coches en la preciosa área recreativa donde los habíamos dejado por la mañana.
La llegada a Sevilla como siempre, algunos se despidieron y otros nos quedamos en alguna tasquilla a recuperar sales minerales con cebada fermentada, que según los expertos es lo que mejor recupera de un intenso esfuerzo y predispone para charlas profundas y filosóficas como las que sucedieron durante la ingesta del precioso líquido rubio y espumoso.
Esperando con verdadera ansiedad la próxima ruta de estos falsos llanos el mes que viene a la sierra de Aracena, nos despedimos aquí de todos, sin olvidarnos de nuestra querida Rocío que ha vuelto a dejarnos a pesar de sus promesas, de Reyes y Antoñita que prefirieron el sofá y tele al sufrimiento de la jornada y de todos-as los que seguís este fabuloso y falso blog de montaña llana.

sábado, 2 de octubre de 2010

CICLANDO POR LOS ARROZALES - 02.10.2010



Ayer tocó bicicleta y en efecto, cuatro de nosotros nos pusimos de acuerdo y a las 8:45 estábamos ciclando por Mairena del Aljarafe direción Coria del Río. El día, en cuanto al clima, no podía prometer mejores augurios, sol y temperaturas más que agradables para hacer ejercicio. Tras pasar Coria nos dirigimos hacia Puebla por el estupendo carril, paralelo al río, que une estas dos localidades y de allí internarnos en los infinitos arrozales, que en esta época comienzan a ser cosechados. Bandadas de cientos de cigüeñas, gaviotas, garcillas y otras aves, rebuscaban entre los arrozales recién segados por la máquina, los innumerables cangrejillos y demás crustáceos que consumen. Una delicia pedalear por estos bellos parajes, abiertos y extensos en busca de los pinares próximos para comenzar el retorno. En efecto , cruzada la carretera de Puebla a Villafranca, en suave subida hasta el monte Gurugú, donde dimos cuenta de unos riquísimos bocadillos de morcón de Encinasola, preparados como siempre por nuestro generoso compañero del mismo lugar y regados por una fresquísima cervecita convenientemente conservada. Bueno, nuestro nuevo compañero Pepe, recientísima adquisición para el grupo ciclil, no daba crédito a dicho festín, y eso que él sabe de llevar y portar toda clase de manjares a las salidas senderistas: delicias varias, chacinas, vinos, champañes, chocolates, dulces....., pero claro, que con las bicis también, pues también. Así que nada, una vez repuestas más energías que las que habíamos gastado, dirección Tomares, donde la feria de la cerveza alemana nos esperaba pacientemente a que realizáramos los esfuerzos necesarios para poder seguir consumiendo trigo o malta fermentada.
Pues eso es todo, gastar energías gastamos, pero a algunos nos queda la duda de si el balance entre lo que gastamos y lo que consumimos durante y al final de los trayectos, es positivo o negativo, es decir, si llegamos a casa con más gramos o con menos de los que salimos por la mañana. Po bueno, po si ganamos pa eso lo hemos disfrutao, yo la semana que viene me apunto también.
Salud y Falsos llanos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

GREDOS 2010 -ALMANZOR-GALANA - 25.09.2010



Si, eran las 16:15 del pasado Viernes, cuando estos Falsos Llanos: Patxi, Migué, Maxi, Manué y el que les narra, se montaban en la furgo del Maxi y tiraban palante caminito de Gredos, al idílico y familiar Tormellas. Por el camino, paradita en el Casar de Cáceres a lo que ya sabéis, a conseguir algunos créditos extras con la compra de algunas tortas de queso de la zona.
Al llegar, como siempre nos esperaba allí Jose, quien junto a su hermano Patxi, que venía con nosotros desde Andalucía, nos dieron la bienvenida en su acogedora casa a los pies de la Garganta de los Caballeros.
Cenita, tertulia y pa la cama que al día siguiente había que madrugar.
En efecto muy tempranito, y no tanto según otros, nos dirigimos a la Plataforma de Gredos, Hoyos del Espino pabajo, donde dejamos el vehículo. Mochilas a la espalda y a pisar roca granítica que pa eso íbamos. La mañana excelente, la temperatura ideal, la pendiente suficiente para entrar en calor, las cabras en su sitio, es decir, haciendo poses para salir bien en las fotos, y los regueros de gente montañera y no tanto, esparcidas a lo largo del camino cual serpiente multicolor, porque eso sí oye, equipada con lo último que ha sacado el cortinglés o el decatlón, no faltaba nadie, bueno nadie nadie tampoco, porque estos falsos llanos son falsos hasta pa eso, muy buen calzado si, pero eso de a la última ni mijita, más bien de a la primera. Pues nada, con esas distracciones y pensamientos tan profundos, casi sin darnos cuenta llegamos a los Barrerones, donde los compañeros que veían por primera vez el circo de Gredos en toda su magnificencia, rompieron a llorar y a darnos abrazos de alegría, y como uno no es de piedra, hubo que apartarlos suavemente y mandarlos pabajo en dirección al refugio, donde nos esperaba el espectáculo principal de la jornada, creo que patrocinado por la Junta del lugar según Jose, donde un grupo de machos cabríos, posando para nosotros, hicieron las delicias de los fotógrafos del grupo y del culito del Migué, al que unos potentes cuernos casi le dan una alegría. Una paradita para reponer fuerzas, bueno alguno se puso ciego de carne, jamón, queso, cervecita, tintillo y yo que sé que más, de manera que la pendiente granítica, inhumana, canalla, rompe piernas, quita aliento vital de vida y de la madre que me trajo por la ocurrencia de subir al Almanzor (2592 m), pues fue más llevadera, pero de seguro que la próxima vez o me bebo yo solito la botella de tinto o me esnifo una botella de O2 para sobrevivir. Casi en la cumbre, tras esperar un ratín al Manué, que posiblemente bebió menos dosis del Donmanué que la que el médico le tiene recomendada, la próxima vez ya sabes, la botella tú solito, a morro y del tirón, terminamos de coronar el nombrado Almanzor, esperando previamente que la muchedumbre acumulada en su pico fuera bajando y dejando lugar para la foto de rigor.
Hasta aquí bien, pero a estos Falsos Llanos ya nos conocéis, no podíamos bajar tan ricamente de vuelta a la Plataforma, no, teníamos que hacer alguna que otra machadita, esto es, poyaque estamos aquí nos pasamos por donde la Galana y la saludamos, que hace tiempo ¡eh! Dicho y hecho, piedra parriba y pabajo hasta la susodicha galanita, que menos mal que está de buen ver, que si no era pa matar al de la ocurrencia ¿verdad Manué? Pues bien, su estrecha cumbre fue convenientemente pisada y fotografiada por los cinco miembros supervivientes, vuelta a enlazar con el camino de bajada al refugio de Elola y encauzar la subida de nuevo a los Barrerotes, donde se nos hizo de noche cerrada. Alguno ya no iba disfrutando precisamente y el resto como zombis del tirón hasta el coche que la temperatura iba bajando.
Una vez en casa de nuestros amigos y habiendo consumido casi por completo las horas naturales de este hermoso Sábado de Septiembre, duchita y a la mesa donde dimos cuenta del insuperable, incomparable e inimitable solomillo de vaca avileña negra e ibérica, acompañada de caldos tintos de la Ribera del Duero, cuyas botellas vacías se iban acumulando de manera alarmante en un rincón. Para acabar la sobremesa pues lo típico, algunos licores y tónicas aliñá, y sobre todo un ambiente jovial, relajado, sabiéndonos con el deber cumplido, con ese punto especial que es capaz de dar el buen vino, motivante de tertulias en las que se arregla el mundo, el trabajo de cada cual, los problemas políticos, las huelgas generales y todo lo que se ponga por delante. Estos Falsos Llanos estamos por la cultura del vino, por el buen caminar, si es parriba y con piedras mejor, por la tertulia entre amigos y por todo aquello que siendo sano y natural se nos antoje realizar. Por cierto, la semana que viene cogemos la bicicleta.
El Domingo fue empleado para hacer de guiris un par de horas por El Barco de Ávila, almorzar unas estupendas presas ibéricas, regadas con el magnífico super botellón riojano aportado por el Migué, y coger la Scudo de nuevo hasta Sevilla.

Para terminar, pues dar las gracias a Jose y a Patxi por acogernos, un año más, de manera tan amable y familiar en su casa, cosa que sabemos agradecer y apreciar abriéndoles nuestras puertas en estas tierras tan al sur.

Un abrazo a todos-as los seguidores de este blog, a los que os recuerdo que la siguiente ruta está algo subidita de nivel por el continuo sube y baja que nos espera durante casi veintidós kilómetros.
Falsos llanos.