sábado, 23 de octubre de 2010



Ayer tocó bicicleta y eso hicimos mi compañero y amigo Paco y este cronista. Muy tempranito salí de mi pueblo dirección Sevilla, donde habíamos quedado, comenzando a pedalear hacia Alcalá de Guadaira, dando un gran rodeo antes de llegar a la misma y conocer el fantástico puente del Dragón que cruza el río Guadaira en esta localidad. El camino muy sinuoso y "enrevesado" nos hizo cruzar por debajo de una autovía, atravesar las obras de la Se-40 en plena faena, campos de cultivos abandonados y lo mejor del día: pasar a los pies del castillo de Marchenilla, pequeño castillo de propiedad privada, junto a la carretera que une Alcalá con Morón de la Frontera. Un poco antes, en un mirador natural preparado como área de descanso, dimos cuenta de los famosos, apetecibles y ansiados bocatas de chorizo de mi compañero Paco, lo cual es ya una tradición muy bienvenida. En Alcalá, pues las fotos de rigor en el puente del dragón y regreso a Sevilla por el carril paralelo al Guadaira, que lo único bueno que tiene es que te lleva a Sevilla en un abrir y cerrar de ojos. Aquí nos separamos ambos compañeros y cada uno pa su olivo, la cervecita la perdonamos en aras de compromisos familiares que siempre hay que cuidar. Así pues, teniendo aún tiempo de sobra para llegar el que escribe a su casita, pues no es cuestión de presentarse excesivamente pronto que luego se acostumbran, me dio por ir a ver la recientísima restauración de la Plaza de España, que estaba que había que pedir permiso para andar por ella tú. La cola para coger una barquita, recordaba a nuestra querida Expo ´92. Desde luego va a ser verdad eso que dicen que a los sevillanos donde esté una cola, que se quite lo demás. Bueno pues pitando de allí, que no se podía ni respirar, hacia el nuevo emplazamiento donde se ubicará nuestra queridísima feria de Sevilla, es decir, al de siempre conocido como Dársena o Charco de la Pava pa los que nos hemos criao en Triana. Es una maravilla oye, el carril bici es lo primero que han hecho, rodeando todo lo que va a ser el Real y además en alto, dominando la situación, la verdad es que está muy cerca el momento en que los ciclistas vamos a tomar el poder. El coche pa fuera de la ciudad. Solo me quedaba ya cruzar el río por el puente de hierro y subir la cuestecita hasta casa.
Todo lo narrado hasta aquí es lo que ha dado de sí la larguísima mañana de este cuarto Sábado del mes de Octubre y que lo mejor que tiene es que todavía queda otro, cinco tú, cinco Sábados trae este mes y yo me apunto a que todos sean iguales.
Salud y Falsos Llanos.

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