sábado, 22 de enero de 2011

PEQUEÑA RUTA DE HIGUERA A LA UMBRÍA - 22.01.2011



Pues sí, hoy ha tocado la tradicional comida de San Sebastián, celebrada en Higuera de la Sierra, en casa de nuestro compañero y mejor amigo Joaquín. Eran las nueve de la mañana cuando nos reuníamos en la puerta del cole de Tomares como es habitual, para coger carretera palante y desayunar, este año en Valdeflores, nuestras tostadas con aceite y jamón de la sierra. Chupito o palomita de anis y pa casa de Joaquín que había que aprovechar el día a tope. Once tíos nos juntamos, once comensales para la mesa, once oradores para arreglar el mundo, once que juntaban más de seiscientos años de experiencia y algo menos de once falsos llanos para pasear por la sierra hasta la Umbría, donde cayeron algunos vasitos de vino blanco para poder subir la cuestecita de regreso a Higuera.

El agradable paseo, a pesar del frío aire, nos abrió el apetito de tal manera que cuando llegamos a la casa, nuestros compañeros menos andarines nos tenían ya preparado un magnífico banquete a base de capotes andaluces, garbanzos con langostinos, patatas aliná, puntas de costilla ibérica, naranjas con bacalao, pasteles de Aracena y licores autóctonos de Higuera a cual más sabroso…..

Bueno ya sabéis que cuando empezamos a andar no tenemos hartura, pero cuando comenzamos a comer y beber tampoco. Así que entre charlita y charlita, chupito y chupito, llegó la hora enormemente ansiada de la actuación de nuestros compañeros magos, esto es, el Pedro y el Joaquín. Sí, también somos magos no lo podemos evitar. Este año Pedro nos la ha jugado hasta con las nuevas tecnologías y Joaquín nos asombró con su numerito de mentalismo, dejando verdaderamente asombrado al personal, a unos más que a otros, qué le vamos a hacer.

Pues en estas estábamos cuando fue llegando la hora del paseíto del colesterol y hete aquí que se nos sublevaron nada más empezar los más veteranos del grupo. Así que a la tasquita de turno, cafelito de rigor y pa casita que el frío no perdonaba hoy.

Ya en nuestro pueblito pues nada, alguna cervecilla para no llegar a casa demasiado pronto, que luego lo toman como una costumbre nuestras amadas esposas y a descansar que se acabó el día.

Para que veáis que a estos falsos llanos, además de las pechá de andar que se pegan, también les gusta alternar con el personal y pasar un día relajado, tranquilo, en muy buena compañía y cogiendo energías para nuestra próxima salida a la Sierra de la Silla.

Salud y falsos llanos.

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