sábado, 26 de mayo de 2012

BAJADA CORIA - ROTA - 2012


Pues sí, no eran las 6:45 horas cuando seis Falsos Llanos, esta vez vestidos de ciclistas, cruzaban en la barcaza de Coria del Río, el Guadalquivir y ponían rumbo a Rota, pero pasando previamente por Sanlúcar de Barrameda por razones obvias, claro. Paco, Patxi, Miguel, Maxi, Pepe y el que escribe, anda y cicla, pues palante por la vera del Guadaira, en su nuevo encauzamiento hasta su desembocadura en el Guadalquivir y a la vera de éste hasta su desembocadura en el Atlántico por Sanlúcar de manzanilla o creo que de Barrameda.

Los primeros kilómetros, disfrutones al máximo, con el amanecer a nuestra izquierda y espejos y más espejos de agua en los que el arroz despunta ya espigado hacia el cielo azul de Andalucía. Aire fresquito en la cara, en los brazos, en las piernas, la máquina de rodar en su punto, adaptándose a cada ciclista hasta que después de varias horas piensas que tu bici y tú habéis nacido para estar juntos, para rodar por todos los caminos, para disfrutar y disfrutar ciclando y ciclando hasta el infinito. Y bueno, como ya era hora, pues sobre las nueve de la mañana apareció de improviso, como todos los años, nuestro primer avituallamiento, así que a desmontar, a sacar la fiambrera llena de filetes empanaos del Paco, a pedir los tercios de rigor y a seguir otro empujoncito hasta la famosísima venta donde el Migué disfruta comiendo unas tortillitas de camarones, pringosas, renegridas, aceitosas, con uno o dos camarones por tortilla y claro, aunque se le dijo: Migué yo no quiero, que yo tampoco, ni yo, ¡oye! que pida patí namá, que nó ni ná, po ná, que pidió pa tor mundo y claro, las tortillitas nauseabundas fueron abandonadas a su suerte, que pobre el que las ingiriera, que a nosotros nos esperaban las mundialmente famosas y sabrosísimas tortillitas de camarones del Balbino, en la plaza del Cabildo de Sanlúcar, regadas con manzanilla y cervecita y además luego visitar a Luis en la Barbiana, para hacer un esfuerzo y catar las papas aliñá con melva y sus langostinos tigres gigantes tanto en tamaño como en precio, pero un día es un día y claro, entre tanta paradita, pues este año, no veas, la cartera se ha quedado que ni pa un café quillo…


Bien, este año queríamos ciclar por la vía antigua del tren que llegaba a Sanlúcar y llegar a Chipiona, aquí pues claro, al lado del castillo, pues a degustar sus famosísimos vinos dulces de pasas y antes de salir de la localidad, habiendo recorrido la playa de Regla, pues cafelito con pasteles y otro poquito palante hasta llegar a Costa Ballena, que también fue bicheada y continuar lo más cerca de la costa siempre, hasta llegar a la mansión de nuestro Migué, donde nos esperaba nuestro merecido descanso, no sé si de ciclar los 115 kilómetros o de comer y beber las 115 veces que nos paramos. Este grupo me tiene algo desconcertado, andar andamos muy bien y ciclar también ciclamos muy bien, el Patxi este año siempre de los primeros, pero comer y beber, no veas, voy poco a poco comprendiendo a nuestro Antonio, el frugívoro, y la verdad es que da asco tanta comida y bebida, pa laño que viene vamos a proponer llevar la mitad de comida y suplir con frutas del tiempo….. Bueno, bueno, tampoco os lo toméis al pie de la letra, ¡ehhh! lo que pasa es que uno se calienta escribiendo y dice a veces cada tontería que vaya usted a saber…
Pues nada, con este broche de oro, se cierra también este año el curso ciclil, tan solo nos queda lo que podamos ir haciendo los fines de semana que nos quedan hasta Julio y ciclar algo en el veranillo para que las piernas no se acostumbren a la buena vida, que el curso que viene tienen que llevarnos a mil cumbres más, con bocadillo o sin bocadillo, pero siempre hacia arriba, hacia arriba, hacia delante, hacia delante…

SALUD Y FALSOS LLANOS.

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